La ciudad de Zaragoza posee un Escudo Heráldico ya documentado en el Siglo XIII. (año 1299)

En términos de la Ciencia Heráldica, el Escudo se describe de la siguiente forma:

"Sobre fondo de Gules (color rojo) un León Rampante, coronado, armado y linguado; todo en metal oro"

Armado significa, en las figuras de animales, (en este caso un león), que han de presentar "garras".

Linguado, que, con la boca abierta, ha de ser perfectamente destacable su lengua extendida hacia el exterior. Esta forma es muy común utilizarla en figuras míticas que representan Dragones. Figura muy utilizada durante la Edad Media.

La Corona es una Corona Real (elemento utilizado en Heráldica hasta el Siglo XVI). En este caso, una Corona Real Aragonesa.

La procedencia del León en el Escudo de Zaragoza viene de la heráldica del rey de Castilla y León, Alfonso VII El Emperador (y su sucesor, Sancho III); reinados a los que perteneció la ciudad entre 1136 y 1177.

En el siglo XVI Zaragoza mantenía también un león vivo, como símbolo de la ciudad, en un molino de aceite situado en la parroquia de San Andrés (en las inmediaciones del teatro romano).

Como Escudo Heráldico, es el único válido para ser utilizado en actos oficiales.

No obstante, y a pesar de todo, el Escudo evolucionó posteriormente a la Guerra de la Independencia Española (1808 - 1809) con motivo de los dos Sitios a que fué sometida la ciudad por los franceses.

Los numerosos episodios acaecidos durante los Sitios, en los que destacaron actos heróicos, valentía y arrojo de sus defensores, y el ejemplo dado con ellos al resto de España y de Europa, fueron motivos para que la Ciudad recibiera los Títulos de: Muy Noble, Muy Leal, Muy Heróica, Siempre Heróica, Muy Benéfica e Inmortal.

Estos Títulos necesariamente debían hacerse constar en el Escudo Heráldico, si bien, su forma tradicional no podía ser modificada, en lo que respecta al león y su fondo; por tanto, se recurrió a ornamentar su contorno mediante símbolos permitidos y reconocidos por la Ciencia Heráldica, agregando a los lados un ramo de laurel y otro de olivo (este último en oro), cada uno sujeto por una cinta cargada con las iniciales de los Títulos mencionados.
Sobre el todo, una Corona Real Aragonesa.